lunes, 26 de mayo de 2014

Protagonistas de la sucesión


Luis Alberto Romero

Cuando faltan dos años para el relevo en el gobierno estatal, en el PRD no existe una figura que resulte atractiva para el electorado. Divididos, los perredistas no tienen claro el rumbo de su partido; ni siquiera cuentan con dirigencia nacional y de antemano, las tribus descartan la posible postulación de Dante Delgado, del Movimiento Ciudadano. Militantes destacados del norte veracruzano nos manifestaban este fin de semana su preocupación por no contar con cuadros capaces de contender de manera digna en un proceso electoral que se antoja complicado para este partido. Debido a ello, no falta quien proponga buscar una figura dentro de otros partidos, que resulte llamativa en una elección y en ese contexto, observan con buenos ojos dos posibilidades, el ex rector de la Universidad Veracruzana, Raúl Arias Lovillo, y el senador del PRI, Héctor Yunes Landa.

El problema para los perredistas que promueven esa última posibilidad es que Héctor Yunes sigue recorriendo Veracruz, buscando la postulación por el PRI. De hecho, queda claro que contrario a lo que afirman sus promotores, el camino del otro senador priísta, José Francisco Yunes Zorrilla, no está pavimentado.

El de Perote, al igual que Yunes Landa, tiene mucho tiempo aspirando a gobernar el estado. José Francisco Yunes ha sido alcalde, dos veces diputado federal y legislador local en una ocasión. Fue candidato a senador en dos procesos, aunque en su primera oportunidad fue enviado al tercer lugar de la contienda, sin alcanzar el cargo.

Hoy, Yunes Zorrilla marcha a paso lento rumbo a la candidatura de su partido al gobierno veracruzano. En ese camino también está Héctor Yunes Landa, quien centra su estrategia política en una hiperactividad que ha orillado a su adversario interno a dejar de actuar como si la candidatura estuviera decidida de antemano a su favor.

Quienes piensan que pudiera registrarse un posible centralazo, como era costumbre en las presidencias priístas, manejan dos nombres de veracruzanos que trabajan en altos cargos del gobierno federal: Fernando Aportela Rodríguez, Subsecretario de Hacienda y Crédito Público, y José Antonio González Anaya, director del Instituto Mexicano del Seguro Social, ambos, economistas con estudios en el extranjero pero sin la mínima presencia en Veracruz. A esos nombres habría que agregar el del empresario Miguel Alemán Magnani, cercano a las altas esferas del gobierno federal e hijo del exgobernador Miguel Alemán Velasco. Lo cierto es que, evidentemente, en el PRI no está tomada la decisión.

Probablemente, el único partido que tiene un panorama más o menos claro en cuanto a su candidatura es Acción Nacional. Una vez que concluyó el proceso interno para la renovación de su dirigencia, en el blanquiazul viene el cambio en el consejo y en la dirigencia estatal, lo que ocurrirá en agosto. De continuar la tendencia, la decisión panista en cuanto a la sucesión podría favorecer otra vez a Miguel Angel Yunes Linares, al senador Fernando Yunes Márquez y, con menos posibilidades, al diputado federal Juan Bueno Torio.
En ese sentido, 2015, la antesala de la sucesión en Veracruz, será un año determinante para las aspiraciones de todos ellos. El año que viene observaremos el reacomodo de fuerzas dentro de los partidos y la nueva geografía política del estado, el tercero más importante del país en términos electorales. @luisromero85, http://luisromero85.blogspot.mx/

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Congreso veracruzano, costoso, improductivo y opaco

Luis Alberto Romero El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) dio a conocer un estudio, el Informe Legislativo 2017, sobre el...