miércoles, 14 de mayo de 2014

Desidia de Ayuntamientos


Luis Alberto Romero

El pasado 30 de abril venció el plazo para que los alcaldes de 209 municipios veracruzanos entregaran los planes de desarrollo correspondientes al periodo 2014-2017.

El Plan Municipal de Desarrollo es la hoja de ruta, el eje rector para el trabajo de los ayuntamientos. De acuerdo con la Ley de Planeación del Estado de Veracruz y la Orgánica del Municipio Libre, los Ayuntamientos tienen un plazo de cuatro meses, a partir de la toma de posesión, para presentar ante la Legislatura del Estado dicho documento, que contiene los objetivos, estrategias y prioridades del desarrollo municipal.

Del artículo 26 al 35 de la Ley de Planeación se establecen las obligaciones de los municipios veracruzanos en esa materia; sin embargo, no se especifican las sanciones en el incumplimiento de las mismas.

Debido a ello, en algunas autoridades municipales prevalecen desidia, desinterés e indolencia: justo por la mañana del día límite para la presentación de los planes, el 30 de abril, únicamente 50 de los 209 municipios obligados habían acudido al Congreso veracruzano. Ese día observamos un desfile de alcaldes que llegaron al cuarto para las doce a la Legislatura estatal; muchos de ellos, con documentos elaborados prácticamente sobre las rodillas.

Recordemos que en 3 municipios fueron anuladas las elecciones locales, Chumatlán, Las Choapas y Tepetzintla, por lo que esos casos tienen un plazo diferente.

Del tema habló ayer el diputado Raúl Zarrabal Ferat, de la Comisión de Hacienda Municipal; señaló que al concluir el plazo y luego de una prórroga de 15 días, la mayoría de los ayuntamientos cumplió con el trámite; y que 13 de los 209 quedaron pendientes, entre ellos, Chalma, Coyutla, Yanga, Acultzingo, Tenejapan y Acula, municipios pequeños cuyos alcaldes evidentemente no cuentan con disposición ni capacidad para cumplir lo que establece la ley veracruzana.

Sin embargo, el principal problema de la planeación en los municipios de Veracruz no tiene que ver con la presentación del Plan Municipal de Desarrollo, que es visto por los alcaldes sólo como un trámite burocrático, sino con la falta de voluntad  para cumplir con proyectos a largo plazo.

Lo peor, entonces, no es que los presidentes municipales no integren ese documento, sino la falta de sanciones para quienes incumplen con esa obligación que establece la Ley de Planeación del Estado.

Por si fuera poco, tampoco existe un trabajo de seguimiento en la Legislatura para obligar a los alcaldes a cumplir con los proyectos municipales que se presentan al arrancar las administraciones.

Hace poco más de un año, por cierto, el Instituto Mexicano de la Competitividad reveló que tres de cada diez alcaldes de las grandes ciudades del país no contaba con estudios profesionales y que el 66 por ciento de las autoridades de los municipios rurales ni tenían estudios superiores.
Lamentable, pero en el caso de muchos alcaldes de Veracruz y de México, la falta de preparación y capacidad para gobernar, para cumplir las leyes y para plantear programas de gobierno los vuelve presas fáciles de quienes buscan convertir los presupuestos municipales en botín para engrosar la billetera personal. @luisromero85, http://luisromero85.blogspot.mx/

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