Luis Alberto Romero
La semana pasada fue presentado el Atlas Digital de
Riesgos para Veracruz como una herramienta que coloca a la entidad a la
vanguardia en el uso de tecnología para la toma de decisiones en protección civil.
Si bien es cierto que en las últimas dos décadas,
Veracruz ha sido pionero en el tema, ello se debe a los enormes riesgos y
desastres naturales que le han afectado y que han provocado daños incalculables
a su población, a su planta productiva y a su infraestructura.
Hay que recordar que Veracruz es uno de los
estados más expuestos a problemas derivados de contingencias climatológicas: las
amenazas por inundaciones se acentúan en 2 mil 782 localidades de 69 municipios,
que se ubican a menos de diez metros sobre el nivel del mar. Por si fuera poco,
4 mil 725 poblaciones se encuentran a menos de 20 metros sobre el nivel del
mar. En total, más de 7 mil 500 pueblos veracruzanos se encuentran el riesgo
por inundaciones y desbordamiento de ríos.
El Sistema Nacional de Protección
Civil reconoce riesgos geológicos, hidrometeorológicos y sanitarios en
Veracruz, un estado vulnerable ante lluvias intensas, ciclones, tormentas
tropicales, frentes fríos, inundaciones, sequías, heladas y deslizamiento de
tierras.
Hace cuatro años, en 2010, por
ejemplo, la entidad enfrentó los problemas derivados de dos huracanes, Karl y
Matthew, que afectaron a miles de veracruzanos. No fueron, sin embargo, ni los
únicos, ni los más fuertes: en los últimos 20 años, 15 fenómenos meteorológicos
de alta intensidad han causado estragos en las diferentes regiones del estado.
Este año, por otro lado, ya se
anuncia un prolongado e intenso periodo de estiaje que podría afectar tanto a
las tierras de cultivo como al hato ganadero e, incluso, al abasto para consumo
humano.
Esas amenazas a la integridad y al
patrimonio de los veracruzanos contribuyen a la enorme experiencia de este
pueblo en materia de protección civil y a generar una cultura de previsión que
actualmente puede presumir Veracruz.
Por ello no resulta extraño que
Veracruz, Puebla y Guerrero sean las primeras entidades del país en desarrollar
un sistema de alerta rápida ante fenómenos meteorológicos, así como un Atlas
Digital de Riesgos, herramientas indispensables en la planeación y diseño de
políticas públicas relacionadas con los desastres naturales.
Recordamos que en febrero de este
año, Felipe Puente Espinoza, coordinador nacional de Protección Civil de la
Secretaría de Gobierno, apuntó que éste es el primer estado de la República en
adaptar y homologar sus leyes en protección civil a las disposiciones
federales.
Hace tres días, Luis Eduardo Pérez
Ortiz, director de Análisis y Gestión de Riesgos del Centro Nacional de
Prevención de Desastres, equiparó el Atlas Digital para Veracruz con el
documento que se maneja en el ámbito nacional, lo que significó un
reconocimiento a las políticas estatales en esa materia y, más que eso, a la
capacidad para organizarse y superar problemas de un pueblo acostumbrado ya a
las inclemencias del tiempo.