lunes, 31 de marzo de 2014

Control de riesgos en la era digital

Luis Alberto Romero
 
La semana pasada fue presentado el Atlas Digital de Riesgos para Veracruz como una herramienta que coloca a la entidad a la vanguardia en el uso de tecnología para la toma de decisiones en protección civil.
 
Si bien es cierto que en las últimas dos décadas, Veracruz ha sido pionero en el tema, ello se debe a los enormes riesgos y desastres naturales que le han afectado y que han provocado daños incalculables a su población, a su planta productiva y a su infraestructura.
 
Hay que recordar que Veracruz es uno de los estados más expuestos a problemas derivados de contingencias climatológicas: las amenazas por inundaciones se acentúan en 2 mil 782 localidades de 69 municipios, que se ubican a menos de diez metros sobre el nivel del mar. Por si fuera poco, 4 mil 725 poblaciones se encuentran a menos de 20 metros sobre el nivel del mar. En total, más de 7 mil 500 pueblos veracruzanos se encuentran el riesgo por inundaciones y desbordamiento de ríos.
 
El Sistema Nacional de Protección Civil reconoce riesgos geológicos, hidrometeorológicos y sanitarios en Veracruz, un estado vulnerable ante lluvias intensas, ciclones, tormentas tropicales, frentes fríos, inundaciones, sequías, heladas y deslizamiento de tierras.
 
Hace cuatro años, en 2010, por ejemplo, la entidad enfrentó los problemas derivados de dos huracanes, Karl y Matthew, que afectaron a miles de veracruzanos. No fueron, sin embargo, ni los únicos, ni los más fuertes: en los últimos 20 años, 15 fenómenos meteorológicos de alta intensidad han causado estragos en las diferentes regiones del estado.
 
Este año, por otro lado, ya se anuncia un prolongado e intenso periodo de estiaje que podría afectar tanto a las tierras de cultivo como al hato ganadero e, incluso, al abasto para consumo humano.
 
Esas amenazas a la integridad y al patrimonio de los veracruzanos contribuyen a la enorme experiencia de este pueblo en materia de protección civil y a generar una cultura de previsión que actualmente puede presumir Veracruz.
 
Por ello no resulta extraño que Veracruz, Puebla y Guerrero sean las primeras entidades del país en desarrollar un sistema de alerta rápida ante fenómenos meteorológicos, así como un Atlas Digital de Riesgos, herramientas indispensables en la planeación y diseño de políticas públicas relacionadas con los desastres naturales.
 
Recordamos que en febrero de este año, Felipe Puente Espinoza, coordinador nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobierno, apuntó que éste es el primer estado de la República en adaptar y homologar sus leyes en protección civil a las disposiciones federales.
 
Hace tres días, Luis Eduardo Pérez Ortiz, director de Análisis y Gestión de Riesgos del Centro Nacional de Prevención de Desastres, equiparó el Atlas Digital para Veracruz con el documento que se maneja en el ámbito nacional, lo que significó un reconocimiento a las políticas estatales en esa materia y, más que eso, a la capacidad para organizarse y superar problemas de un pueblo acostumbrado ya a las inclemencias del tiempo.
 
El Atlas Digital presentado hace unos días tendrá este año dos pruebas importantes, el estiaje de abril y mayo, así como la temporada de lluvias, ciclones e inundaciones que se registrará de junio a noviembre próximos. @luisromero85, http://luisromero85.blogspot.mx/

viernes, 28 de marzo de 2014

Ganadería, tiempo de vacas flacas


Luis Alberto Romero

 

Ayer retomaba datos de la Secretaría de Agricultura del gobierno federal sobre la disparidad que prevalece en el medio rural de Veracruz, entre los productores que se dedican a la comercialización y aquellos, la mayoría, que sobreviven con cultivos de subsistencia.

 

Si la actividad agrícola y, sobre todo, la población rural de la entidad enfrenta severos problemas, el panorama de la ganadería es igualmente lastimoso: al equipamiento limitado se suman factores como el bajo nivel de producción y el alto costo de los forrajes y las materias primas.

 

Por si fuera poco, es muy reducida la productividad y la rentabilidad en carne y leche de bovinos, en cerdos y en aves.

 

De acuerdo con el diagnóstico de la Sagarpa, en Veracruz es muy limitado el impulso a la producción, organización y comercialización del ganado; por ello, quienes se dedican a la cría y engorda de animales son presa fácil de los intermediarios, que se llevan el mayor porcentaje de las ganancias.

 

No sólo eso: se habla de un bajo nivel de tecnología que limita el mejoramiento de la calidad de los productos e impide la aplicación de normas de inocuidad y salud animal.

 

El panorama de la ganadería en el estado es más o menos parecido a la situación que se observa en la agricultura: hay pocos productores que manejan sistemas modernos y competitivos y muchos, la inmensa mayoría, que utilizan métodos tradicionales y que registran bajos ingresos.

 

En Veracruz, la actividad ganadera ocupa más del 50 por ciento de la superficie total del estado, con más de tres millones 700 mil hectáreas; casi toda esa superficie es dedicada a la ganadería extensiva con libre pastoreo; hay 164 asociaciones ganaderas locales con casi 55 mil afiliados, así como más de 80 asociaciones generales que agrupan a 4 mil socios.

 

El promedio anual en la producción es de más de 220 mil toneladas de carne y casi 700 millones de litros de leche; el 14 y el 7 por ciento de la producción nacional, respectivamente.

 

Sin embargo, el problema principal es la disparidad en el medio rural y el alto número de productores que se encuentran en rezago y, por consiguiente, en la pobreza.

 

No se trata de una situación privativa de Veracruz; todos los estados del país enfrentan problemas y retos muy parecidos en cuanto a las actividades del sector primario de la economía.

 

Los datos son reveladores: el 22 por ciento de los mexicanos habita en el campo, donde se concentra el 63 por ciento de la población en condiciones de pobreza alimentaria.

 
En este país, la pobreza extrema se focaliza en las zonas rurales, que registran fuertes problemas de migración, incapacidad para cubrir las necesidades básicas de su población, modelos productivos ineficientes, complicaciones en el mercado, falta de créditos y ausencia de inversiones. Por ello es importante que, sin olvidar a los privilegiados del sector agropecuario, se intensifiquen los esfuerzos para sacar del atraso a las familias pobres del sector rural. @luisromero85, http://luisromero85.blogspot.mx/

jueves, 27 de marzo de 2014

Campo veracruzano, problemas sin fin

Luis Alberto Romero

Del 9 al 13 de abril se desarrollará la Cumbre Agroempresarial Veracruz 2014, que organiza el gobierno del estado, a través de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario.

Se trata de un evento que busca promover operaciones comerciales mediante la exposición de los productos veracruzanos. Es parte, además, de una estrategia para capacitar a los productores y, sobre todo, a los agroempresarios en materia de comercialización.

En dicha Cumbre se instalarán pabellones especializados en café, ganadería, Pymes veracruzanas y apoyo y asesoría en materia financiera.

El problema de la comercialización es uno de los talones de Aquiles del sector agropecuario de la entidad. Son pocos los productores que trabajan con una visión de empresa y predominan quienes se dedican a la agricultura de subsistencia: de acuerdo con datos que maneja la Sagarpa, en Veracruz, el 5 por ciento de los productores privados, que poseen el 30 por ciento del total de las tierras, son considerados agricultores comerciales y tienen acceso a financiamiento, créditos de la banca, seguros, etcétera; sin embargo, la inmensa mayoría, 95 por ciento, son pequeños propietarios de baja productividad y más de 400 mil ejidatarios que producen para los mercados locales y para la manutención familiar.

Por otra parte está el tema de los créditos; según el diagnóstico elaborado por la Secretaría de Agricultura del gobierno federal, sólo el 3 por ciento de los productores agroalimentarios veracruzanos accede a créditos, ya sea a través de la banca de desarrollo o de la privada. El problema se acentúa porque no se observa interés de la banca en el desarrollo del sector agropecuario.

Por si fuera poco, el 30 por ciento de la producción total del sector primario de la entidad se pierde debido a problemas de transporte y almacenamiento inadecuado. 

En síntesis, lo que tenemos en Veracruz es un campo que produce mucho para unos cuantos y muy poco para la mayoría; la lista de los problemas parecería interminable: la dispersión, el bajo nivel tecnológico, los intermediarios; la baja incorporación de valor agregado a los productos, la restricción en el financiamiento, la mala organización de los productores y, por si eso no fuera suficiente, las condiciones adversas del clima, que incluyen sequía, heladas e inundaciones.

En términos generales, el sector rural de Veracruz, más que frutos, lo que exporta es mano de obra; además, prevalece un bajo nivel de competitividad de los productos agrícolas en calidad, valor agregado, presentación y penetración en el mercado.

Pero hay otra cara del sector agropecuario de Veracruz: las agroindustrias que luchan por extender sus mercados. Aquí operan casi dos mil empresas del sector agrícola; 228 del pecuario; y casi mil 200 agroindustrias del sector forestal y silvícola. Tiene Veracruz 22 ingenios azucareros, 753 paneleras, más de 800 negocios relacionados con el café, un centenar de empacadoras de cítricos, 16 envasadoras de miel, 124 queserías, 136 aserraderos y más de 370 madererías.

Por ello resulta importante el apoyo oficial a los agroempresarios; sin embargo, el esfuerzo debe enfocarse, sobre todo, a la atención y apoyo a los miles de campesinos que se dedican a la agricultura de subsistencia. @luisromero85. http://luisromero85.blogspot.mx/

miércoles, 26 de marzo de 2014

Millonaria inversión, pero igual de pobres

Luis Alberto Romero

El gobernador Javier Duarte anunció una millonaria inversión de recursos federales para el combate a la pobreza en la entidad: 30 mil millones de pesos que este año servirán también para sacar del rezago y la marginación a miles de familias veracruzanas.

Duarte de Ochoa apuntó que no sólo se busca combatir la condición de pobres, sino de alcanzar una transformación de esa condición social. De igual forma, indicó que más de 726 mil familias recibirán recursos del programa Oportunidades y que con esa estrategia se espera alcanzar la meta trazada al inicio del sexenio, en cuanto a la reducción de los niveles de pobreza en un 50 por ciento.

Sin embargo, a pesar de que durante los últimos 20 años, el presupuesto para el combate a la pobreza se ha multiplicado, el número de pobres en el país no desciende; actualmente existen más de 11.5 millones de mexicanos en pobreza extrema y en Veracruz, más del 50 por ciento de la población sobrevive con bajos ingresos. 

En 1988, el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari anunció el Programa Nacional Solidaridad como un apoyo a las familias y asentamientos poblacionales pobres y marginados; luego, cada presidente de la República, sin excepción, ha instrumentado acciones más o menos parecidas con el fin de abatir los índices de pobreza en México. Ninguno ha tenido éxito porque el número de pobres, lejos de disminuir, ha crecido de forma preocupante.

En el ámbito nacional, de acuerdo con datos de Coneval, de 2010 a 2012, el número de pobres pasó de 52 millones 800 mil personas a 53 millones 300 mil; es decir, hay 500 mil pobres más en un periodo de dos años.

Por si fuera poco, hay 40 millones 700 mil mexicanos vulnerables por bajos ingresos, mientras que en 2010 la cifra alcanzaba a poco más de 38 millones.

La pobreza alimentaria pasó de 21.5 millones de habitantes a 23.1 millones.

Veracruz, de acuerdo con la misma fuente, es una de las diez entidades con mayor índice de pobreza alimentaria; personas cuyos ingresos no son suficientes para cubrir sus necesidades más elementales. No sólo se habla de pobreza, sino de marginación y carencias sociales.

El problema es que se destinan recursos para el gasto social y no se avanza en materia de pobreza extrema y alimentaria.

Hace casi un año, el 10 de abril de 2013, se llevó a efecto el Foro “Ejercicio del Gasto Público: experiencias internacionales”, organizado por el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados, en el que participaron especialistas del Banco Interamericano de Desarrollo, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, de la Comisión Económica para América Latina, y del Banco Mundial, quienes coincidieron en que en México, el presupuesto se enfoca al control del gasto y no a la supervisión y evaluación de los resultados, por lo que es limitado el impacto de los programas del combate a la pobreza.

El reto, concluyeron, no es gastar mucho, sino aplicar el recurso con eficiencia, cosa que en nuestro país no ha existido, entre otros factores, porque las oficinas del ramo se usan como agencias de colocaciones y, entonces, el dinero se queda en el pago de la nómina de la burocracia y no llega a quienes deberían ser los destinatarios del gasto social. @luisromero85

Congreso veracruzano, costoso, improductivo y opaco

Luis Alberto Romero El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) dio a conocer un estudio, el Informe Legislativo 2017, sobre el...