domingo, 4 de mayo de 2014

Magisterio, nuevas protestas


Luis Alberto Romero

El diagnóstico de la educación en México encendió los focos de alerta desde que organismos internacionales, como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, nos ubicaron en el sótano de los países miembros.

En 2012, por ejemplo, el Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (Pisa) dio a conocer que México es uno de los países con mayor atraso: en matemáticas, los estudiantes se encuentran 80 puntos abajo del promedio de la OCDE; tardaríamos 25 años en alcanzar a las naciones desarrolladas.

En lectura, los alumnos mexicanos están peor: llevaría 65 años alcanzar a los más adelantados de la lista de los 34 países evaluados.

Las pruebas que se han realizado en el interior del país por parte del gobierno federal, como Enlace, nos dicen que en matemáticas, la mitad de los estudiantes de secundaria y
bachillerato estarían reprobados.

Por si fuera poco, por cada 100 niños que ingresan a primaria, únicamente 66 terminan la secundaria; en el bachillerato quedan 25; y apenas 13 de ellos concluyen estudios profesionales.

Debido a esa dura realidad y a ese lamentable diagnóstico, el gobierno federal inició en 2012 una reforma educativa que en febrero del año pasado fue declarada Constitucional  y cuyas leyes secundarias, la General de Educación, la del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación y la General del Servicio Profesional Docente, fueron promulgadas en septiembre del 2013.

Luego de ello, las legislaturas de los estados tuvieron que homologar sus leyes para que fueran acorde con los cambios federales; de hecho, en Veracruz se registraron dos cambios en la legislación porque en el primero de ellos, aprobado el 4 de marzo de este año, no se contempló el cese de los docentes que no aprobaran las evaluaciones necesarias para estar frente a las aulas; debido a eso, el 14 de abril sesionó otra vez la Legislatura local y se realizaron los cambios que exigía la federación.

Esos cambios a las leyes en materia de educación provocaron la inconformidad de los maestros que simpatizan con la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, los disidentes del Sindicato Nacional que durante más de dos décadas encabezó Elba Esther Gordillo Morales, hoy recluida en el penal femenil de Santa Martha Acatitla.

Por esas modificaciones a las leyes, que incluyen el cese de los maestros que no están calificados para ubicarse al frente de las aulas, y la asignación de plazas por concurso de oposición y no por nombramiento directo, hace unos meses se registraron protestas en varias entidades del país, que llevaron contingentes para un plantón en el Zócalo y en el Monumento a la Revolución, del Distrito Federal.

Esas manifestaciones regresaron ayer, cuando la CNTE regresó al D.F, para protestar en el marco de la conmemoración del Día del Trabajo. En Veracruz también se registraron protestas por parte de los integrantes del llamado Movimiento Magisterial Popular Veracruzano, que intentaron, sin éxito, bloquear el desfile.

Son los mismos que tienen como ejemplo del trabajo educativo a los miembros de la Coordinadora que en Oaxaca, Michoacán y Chiapas han secuestrado a las escuelas y mantenido como rehenes a las autoridades locales. @luisromero85, http://luisromero85.blogspot.mx/

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