martes, 8 de abril de 2014

Instituto Nacional Electoral


Luis Alberto Romero

 

Luego de su publicación en el Diario Oficial de la Federación, el pasado 10 de febrero entró en vigor la reforma político-electoral en nuestro país e inició un proceso de renovación del instituto responsable de la organización de los procesos electorales.

Así fue creado el Instituto Nacional Electoral, que sustituye al desaparecido IFE. Los once nuevos consejeros, con Lorenzo Córdoba en la presidencia, rindieron protesta el viernes 4 de abril y tres días después dieron a conocer el presupuesto que ejercerá el organismo durante 2014, 11 mil 833 millones de pesos, los mismos que tenía presupuestado el Instituto Federal Electoral.

En cuanto a la distribución de esos recursos, casi 7 mil 800 millones serán ocupados en los gastos de operación del INE y poco más de 4 mil millones para el financiamiento a los partidos políticos.

Ayer, el Diario Oficial dio a conocer el presupuesto y los montos que percibirán los consejeros electorales, más de 182 mil pesos mensuales entre salario base y compensaciones para cada uno.

Lo importante es que el nuevo instituto mantiene la organización de las elecciones federales y asumirá también, junto con los institutos estatales, el control de los comicios locales en estados y municipios.

Entre los cambios destaca el tema de la estructura del INE: anteriormente, el IFE estaba integrado por un presidente y 8 consejeros; ahora serán 10. Por otro lado, el nuevo organismo tiene la facultad de designar y remover a los consejeros estatales; hay seis por entidad y cada uno se mantendrá en el cargo por siete años.

Recordamos que entre los argumentos que manejaron en su momento los promotores de la desaparición del IFE se encontraban básicamente tres: hacer más eficiente el manejo de los recursos públicos; dar certeza a la organización y a los resultados de los procesos electorales; y evitar la intromisión de los gobernadores en las decisiones de los institutos estatales.

Sin embargo, es muy probable que con estos cambios no se alcance ahorro alguno en el tema económico y que este nuevo instituto sea más caro que la suma del IFE y los órganos electorales de los estados.

Por otro lado, hay opiniones en el sentido de que la creación del INE y, sobre todo, la subordinación de los organismos estatales, son medidas que van contra el principio del federalismo porque tienden a centralizar la toma de decisiones.

En todo caso, valdría la pena preguntar si esas medidas garantizan realmente que los gobernadores no metan las manos en la organización de los comicios en los estados e inclinen la balanza para favorecer a sus candidatos.

Hoy, el IFE y los institutos estatales electorales son los villanos favoritos, los blancos de las críticas de actores políticos. En Veracruz, por ejemplo, el secretario general del PAN, Bernardo Téllez, dijo que con el INE se terminarán los vicios y lo que calificó como los impunes atentados contra la democracia; lo cierto es que el 84% de las resoluciones de los institutos estatales ha sido confirmadas por el tribunal federal electoral y no se espera un cambio realmente importante con la entrada en vigor de los cambios. @luisromero85, http://luisromero85.blogspot.mx/

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