Luis Alberto Romero
En 2010, en Veracruz
fue creado el Inverbio, que tiene como función organizar y coordinar la
investigación y desarrollo tecnológico para la producción de bioenergéticos. La
entidad se ubicó entre los estados pioneros en la materia y destinó tierras que
hasta esos días se encontraban ociosas, a los cultivos que pueden producir esos
combustibles, como la caña de azúcar, el sorgo dulce y la palma de aceite.
Hasta ahora, nuestro
país se ha mantenido rezagado en cuanto a bioenergéticos. Aquí, el porcentaje
de la energía que se obtiene a partir de fuentes renovables apenas alcanza el
9.5 por ciento, aunque la mayor parte de este porcentaje se logra con la
producción de energía hidráulica, solar y eólica. Un caso contrario es el
Brasil, donde más del 38 por ciento de la energía que se consume es de fuentes
renovables, fundamentalmente del etanol que se produce a partir de la caña de
azúcar.
El tema de los
bioenergéticos cobra hoy una mayor relevancia, porque México enfrenta una
profunda crisis en el sector cañero y la industria azucarera; es un problema
que afecta directamente a 180 mil agricultores de 15 estados del país.
En Veracruz, por
ejemplo, la diputada Minerva Salcedo Vaca, quien preside la comisión especial
de energía y recursos naturales en la Legislatura del Estado, habla de la
amenaza de cierre de operaciones de seis ingenios azucareros, con lo que se
perderían cientos de empleos, además de los problemas para los productores de
caña que dejarían de abastecer a esas factorías.
En ese contexto, la
producción de etanol se convierte en una posible solución para el problema
cañero veracruzano.
Actualmente, Veracruz
cuenta con dos plantas que ya producen etanol: una, en Atoyac, que tiene una zona
de abasto de 6 mil hectáreas; la otra está en la zona de Cosamaloapan y
Tuxtepec, tiene 7 mil hectáreas, y entre las dos requieren de 30 mil hectáreas
de caña para funcionar a toda la capacidad.
La entidad produce
actualmente 100 millones de litros de etanol cada año, que se destina a la
industria petroquímica y se exporta, casi en su totalidad, a los Estados Unidos
de Norteamérica.
Hace más de un año,
el Inverbio diseñó un programa para impulsar el consumo de etanol en la
entidad; consiste básicamente en que 6 mil taxis de la zona conurbada
Veracruz-Boca del Río utilicen como combustible una mezcla de etanol y gasolina
al 50 por ciento, con lo que se reducirían las emisiones de contaminantes. De
igual manera, los taxistas tendrían un ahorro de más de un peso por litro, que
sumados podrían alcanzar mil 200 pesos cada mes por vehículo; y entre los seis
mil taxis, el ahorro podría superar los 7 millones de pesos al mes; 84 millones
al año.
Pues bien, ayer el titular del Inverbio, Osiel
Castro de la Rosa, informó que el gobierno federal ya aprobó los permisos para
la producción y venta de etanol en Veracruz y sólo faltan algunos trámites ante
los gobiernos del estado y los municipios para concretar ese proyecto, que se
convierte en una esperanza para los productores de caña y para los propietarios
de tierras ociosas en la entidad. @luisromero85, http://luisromero85.blogspot.mx/
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