lunes, 7 de abril de 2014

Amenaza sobre bosques veracruzanos


Luis Alberto Romero

 

Desde hace al menos una década, los especialistas en el tema forestal alertaban sobre la situación de Veracruz, la reducción de la superficie destinada a los bosques, la tala inmoderada, el saqueo de los recursos maderables y el cambio climático.

En un foro sobre el tema en 2010, la maestra Patricia Gerez Fernández, del Instituto de Biotecnología y Ecología Aplicada de la Universidad Veracruzana, por ejemplo, se refería a la vulnerabilidad del estado en materia forestal; al impacto del cambio climático; así como a la reducción de la superficie de los bosques y las selvas.

No es un tema menor: la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente reconoce más de 100 áreas críticas forestales en el ámbito nacional; diez de ellas se encuentran en Veracruz, específicamente en las zonas de Los Tuxtlas, Pico de Orizaba y Cofre de Perote, donde la tala y el saqueo de madera es un problema constante al que no se le ha frenado.

Cada año se anuncian esfuerzos y acciones de gobierno para enfrentar la tala clandestina; cada año, sin embargo, el problema continúa: sólo en 2013, la Profepa decomisó en nuestro país más de 24 mil metros cúbicos de madera; de esa cantidad, mil 700 metros cúbicos fueron extraídos ilegalmente de los bosques veracruzanos.

Lo peor es que esos recursos forestales que están saqueando son los mismos que frenan la erosión y por consiguiente, lo que se provoca con la tala es un mayor impacto de los fenómenos meteorológicos. Debido a ello, la Secretaría de Protección Civil lanzó una voz de alerta para extremar la protección de los 3 mil 500 kilómetros de bosques y más de 11 mil 800 de selva.

Y es que cálculos conservadores estiman que el 65 o 70 por ciento de la superficie forestal veracruzana se ha perdido.

Lo malo es que ni la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable, reglamentaria del 27 Constitucional; ni la Ley de Desarrollo Forestal Sustentable para el Estado de Veracruz, se aplican en zonas como el Cofre de Perote o el Pico de Orizaba, donde el saqueo es incontrolable.

Es letra muerta, disposiciones legales que no se aplican porque no se destina dinero para ello y porque el cuidado de los recursos forestales es un tema que, aunque se reconoce como necesario, siempre se ha tratado con desprecio en la asignación del presupuesto.

El propósito de esas leyes es regular y fomentar la conservación, protección y restauración de los recursos forestales del país. Sin embargo, al no aplicarse, los problemas y consecuencias son cada vez más evidentes en la reducción de esos espacios.
El problema de la deforestación no es privativo de Veracruz, se registra en todo el país; de acuerdo con estimaciones de la FAO, México ocupa el cuarto lugar mundial entre los países con mayores problemas de tala. Aquí se destruyen más de 500 mil hectáreas de bosques cada año… y el escenario empeora ante la falta de acciones para salvaguardar los bosques y para destinar recursos para el cumplimiento de la ley vigente. @luisromero85, http://luisromero85.blogspot.mx/

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