Luis Alberto Romero
Desde hace al menos una década, los
especialistas en el tema forestal alertaban sobre la situación de Veracruz, la
reducción de la superficie destinada a los bosques, la tala inmoderada, el
saqueo de los recursos maderables y el cambio climático.
En un foro sobre el tema en 2010, la maestra
Patricia Gerez Fernández, del Instituto de Biotecnología y Ecología Aplicada de
la Universidad Veracruzana, por ejemplo, se refería a la vulnerabilidad del
estado en materia forestal; al impacto del cambio climático; así como a la
reducción de la superficie de los bosques y las selvas.
No es un tema menor: la Procuraduría Federal
de Protección al Ambiente reconoce más de 100 áreas críticas forestales en el
ámbito nacional; diez de ellas se encuentran en Veracruz, específicamente en
las zonas de Los Tuxtlas, Pico de Orizaba y Cofre de Perote, donde la tala y el
saqueo de madera es un problema constante al que no se le ha frenado.
Cada año se anuncian esfuerzos y acciones de
gobierno para enfrentar la tala clandestina; cada año, sin embargo, el problema
continúa: sólo en 2013, la Profepa decomisó en nuestro país más de 24 mil
metros cúbicos de madera; de esa cantidad, mil 700 metros cúbicos fueron
extraídos ilegalmente de los bosques veracruzanos.
Lo peor es que esos recursos forestales que
están saqueando son los mismos que frenan la erosión y por consiguiente, lo que
se provoca con la tala es un mayor impacto de los fenómenos meteorológicos.
Debido a ello, la Secretaría de Protección Civil lanzó una voz de alerta para
extremar la protección de los 3 mil 500 kilómetros de bosques y más de 11 mil
800 de selva.
Y es que cálculos conservadores estiman que el
65 o 70 por ciento de la superficie forestal veracruzana se ha perdido.
Lo malo es que ni la Ley General de Desarrollo
Forestal Sustentable, reglamentaria del 27 Constitucional; ni la Ley de
Desarrollo Forestal Sustentable para el Estado de Veracruz, se aplican en zonas
como el Cofre de Perote o el Pico de Orizaba, donde el saqueo es incontrolable.
Es letra muerta, disposiciones legales que no
se aplican porque no se destina dinero para ello y porque el cuidado de los
recursos forestales es un tema que, aunque se reconoce como necesario, siempre
se ha tratado con desprecio en la asignación del presupuesto.
El propósito de esas leyes es regular y
fomentar la conservación, protección y restauración de los recursos forestales
del país. Sin embargo, al no aplicarse, los problemas y consecuencias son cada
vez más evidentes en la reducción de esos espacios.
El problema de la deforestación no es privativo de
Veracruz, se registra en todo el país; de acuerdo con estimaciones de la FAO,
México ocupa el cuarto lugar mundial entre los países con mayores problemas de
tala. Aquí se destruyen más de 500 mil hectáreas de bosques cada año… y el
escenario empeora ante la falta de acciones para salvaguardar los bosques y
para destinar recursos para el cumplimiento de la ley vigente. @luisromero85, http://luisromero85.blogspot.mx/
No hay comentarios:
Publicar un comentario