lunes, 30 de junio de 2014

El Norte de Veracruz, en crisis


Luis Alberto Romero

Generalmente en el olvido, con carreteras en mal estado y una población con altos niveles de pobreza, la zona norte de Veracruz enfrenta hoy más problemas: crisis comercial, ayuntamientos en quiebra y recortes presupuestales de la principal empresa generadora, directa o indirectamente, de empleo, Petróleos Mexicanos.

En esa región, integrada por la Huasteca Alta y Baja, así como por el Totonacapan, hay 48 municipios veracruzanos; casi todos muy pobres. La parte norte de Veracruz limita con los estados de Tamaulipas, Hidalgo y San Luis Potosí; comienza en Pánuco, Pueblo Viejo, Tampico Alto, El Higo, Ozuluama y Tempoal; sigue en Huayacocotla, la sierra de Otontepec y Tuxpan; y en la zona Totonaca, Poza Rica, Papantla, Gutiérrez Zamora y Tecolutla. En total, 33 municipios de la Huasteca y 15 del Totonacapan, casi todos, con elevados índices de carencias y rezago social.

A una actividad comercial deprimida en casi todos los municipios y a la muy limitada presencia industrial, se suman los problemas propios del sector primario: bajos precios en los productos del campo, plagas y enfermedades, así como una exagerada presencia de intermediarios.

No es todo: en Poza Rica, por ejemplo, donde parte de la actividad económica que se desarrolla tiene que ver con la industria petrolera, prevalece un ambiente de tensión y nerviosismo por los recortes presupuestales de Pemex. Más todavía, al interior del sindicato petrolero hay desconfianza por la liquidación, en diciembre de 2013, de unos 3 mil trabajadores de base en todo el país.

A esa situación se agrega el cierre de pequeñas y medianas empresas: el hotel Principal y los restaurantes El Chalet y El Petrolero terminaron por bajar sus cortinas y se convirtieron en ejemplos de las empresas que resienten la crisis y quiebran, aunque hay quien atribuye estos casos en particular a los problemas ocasionados por la falta de conclusión de la obra del distribuidor vial, cuyos trabajos llevan dos años sin terminar.

En otros municipios, como Tihuatlán y Gutiérrez Zamora, cuyos ayuntamientos son gobernados por Gregorio Gómez Martínez y Leticia Delong Capellini, respectivamente, comienza julio y no inicia la construcción de obra pública, que también representa empleo y derrama económica; lo peor es que esos gobiernos locales enfrentan problemas cada quincena para cubrir el pago de sus nóminas. Igual ocurre en Poza Rica, donde el alcalde Sergio Lorenzo Quiroz Cruz ha limitado su trabajo a la atención de las solicitudes para tapar baches.

Mientras tanto, en el municipio de Álamo, cuyo ayuntamiento sigue bajo el control del ex alcalde y actual diputado local Jorge Vera Hernández, quien dejó una herencia de 100 empleados de confianza, el alcalde está más preocupado por buscar la diputación el año próximo que por el tema de la obra pública.
Ante ese panorama, dos son las obras que destacan y que podrían detonar de manera significativa el desarrollo del norte veracruzano: la autopista México-Tuxpan, ya terminada y que representa una inversión de más de 9 mil millones de pesos; y la ampliación del Puerto de Tuxpan, todavía pendiente, que podría costar al erario unos 100 mil millones. Esa infraestructura aumentará la capacidad portuaria y modernizará al puerto más próximo al Distrito Federal. @luisromero85, http://luisromero85.blogspot.mx/

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