Luis Alberto Romero
Históricamente, el estado de Veracruz no se encuentra entre
los principales productores de maíz en México. Las entidades punteras en cuanto
a superficie cultivada, producción y rendimiento son Sinaloa, Jalisco, México,
Chiapas y Michoacán.
A pesar de ello, Veracruz registra un exponencial aumento en
cuanto a la superficie y el valor de la producción, que pasó de poco más de 496
mil hectáreas en 2005 a más de 530 mil en 2009.
En 2010, la entidad registró una ligera baja en la
producción, misma que se ubicó en casi 843 mil toneladas sobre 446 mil
hectáreas cultivadas, para un rendimiento de 1.8 toneladas por hectáreas.
Dentro de Veracruz, las principales zonas productoras se encuentran en Isla,
José Azueta, Papantla, Playa Vicente y San Andrés Tuxtla.
Se trata de una actividad del sector primario de la economía
veracruzana que incluye a varias industrias, como la pecuaria, almidonera,
harinera y la que tiene que ver con la masa y la tortilla; todas ellas generan al
estado recursos por más de 3 mil 600 millones de pesos.
Esas cifras pudieran resultar impresionantes, pero si las
comparamos con las que registra Sinaloa, no lo son tanto; en aquella entidad,
esta actividad representa recursos por 14 mil millones de pesos al año, cuatro
veces más.
Sin embargo, desde hace un par de años, la superficie
destinada a este cultivo se ha incrementado de forma importante en Veracruz, al
igual que el rendimiento por hectárea y los recursos públicos que se destinan
para ello. El 5 de junio de este año, por ejemplo, la Secretaría de Desarrollo
Agropecuario del gobierno estatal, cuyo titular es Manuel Emilio Martínez de
Leo, anunció la siembra de 300 mil hectáreas y que en 2014 aumentaría la
cosecha del grano en un 40 por ciento.
No sólo eso: el funcionario estimó que la rentabilidad en el
campo productor llegaría al 50 o 55 por ciento y que se trabaja para garantizar
a los campesinos una segura comercialización, talón de Aquiles de todas las
cadenas productivas.
Ese incremento, en teoría, es suficiente para duplicar la
producción anual y que Veracruz se ubique en el liderazgo nacional de maíz
blanco, debido a una cosecha de 2.7 millones de toneladas, casi el doble de lo
que se registraba en años anteriores.
Lamentablemente, las cuentas alegres de Martínez de Leo no
entusiasman a un amplio sector de los productores. Ayer, Ramón Pino Méndez,
vocal del Sistema Nacional Producto Maíz, se quejó porque de 36 mil hectáreas
programadas, sólo 9 mil pudieron sembrarse, como consecuencia de la falta de
recursos.
Alertó que de no canalizarse el dinero público pendiente, el
ciclo agrícola para Veracruz estaría en grave riesgo, sobre todo porque la
Sagarpa no ha entregado 80 millones de pesos a 15 mil productores de la
entidad, afiliados a las 108 organizaciones que integran el Consejo Veracruzano
del Maíz.
Pareciera que los funcionarios de la Sagarpa siembran en el
pizarrón y cosechan en el escritorio. Evidentemente, hay una
distancia enorme entre la planificación que realizan las instancias
gubernamentales del sector agropecuario y las necesidades de los productores.
@luisromero85, http://luisromero85.blogspot.mx/
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