miércoles, 18 de junio de 2014

Expropiación de ejidos


Luis Alberto Romero

Nunca como hoy, las organizaciones campesinas de nuestro país han estado tan unidas entorno a un tema derivado de la reforma energética, la Ley de Hidrocarburos que contiene los términos para la posible expropiación de tierras a particulares, ejidatarios y comuneros, a fin de beneficiar los trabajos de exploración y extracción de combustibles.

No se trata sólo de privilegiar a la industria petrolera, sino que se incluye, además, al sector eléctrico. La semana pasada, en las comisiones que dictaminan las leyes secundarias, los partidos Revolucionario Institucional y Acción Nacional acordaron la expropiación de los terrenos necesarios para el impulso y desarrollo del sector energético nacional, considerado de interés social y orden público; por ello se apunta que este sector tendrá preferencia sobre cualquier otro que implique el aprovechamiento de la superficie y el subsuelo.

Debido a ello, investigadores, académicos y, sobre todo, organizaciones campesinas, han manifestado su preocupación. Incluso la CNC, que es la más oficialista de todas las agrupaciones del sector, externó ya su molestia sobre dicho tema.

Max Correa, dirigente de la Central Campesina Cardenista, lanzó una voz de alerta en el sentido de que la reforma energética prevé la expropiación de ejidos mediante la figura de servidumbre legal de hidrocarburos.

Nicolás Torreblanca, investigador de la UNAM, también se refirió a ese tema: sostuvo que las modificaciones legales contemplan la expropiación de terrenos a particulares, ejidatarios y comuneros, en el caso de que los dueños no lleguen a un acuerdo con las compañías transnacionales sobre la renta o venta de los mismos.

En voz de Alejandro Encinas y Manuel Bartlett, el PRD señaló que con las reformas a la ley, los ejidos del país serán entregados a las empresas del sector energético, transnacionales en su mayoría; y que la Ley de Hidrocarburos pone a ejidatarios y pequeños propietarios en desventaja ante esas compañías, que tendrán la facultad de solicitar la expropiación, en el caso de que no alcancen acuerdos con los propietarios.

En Veracruz, el delegado de la Procuraduría Agraria, Cirilo Rincón Aguilar, desmintió las versiones que apuntan a una posible expropiación de tierras y sostuvo que, contrario a ello, la reforma energética garantiza que la renta pública del petróleo llegará a los campesinos.

Sin embargo, en el Artículo 96 de la Ley de Hidrocarburos se establecen los términos para la constitución de servidumbres, la ocupación o afectación superficial o la expropiación en los terrenos necesarios para esa industria.

Lo cierto es que entorno a ese tema prevalece la desinformación y, por tanto, la incertidumbre en el sector campesino.

En nuestro país existe una superficie de 196 millones de hectáreas y el 51 por ciento de ese territorio corresponde a núcleos agrarios. Hay en México más de 100 millones de hectáreas de propiedad social, ejidos y tierras comunales.

De acuerdo con  la Secretaría de la Reforma Agraria hay 31 mil 785 núcleos agrarios, de los cuales 29 mil 442 son ejidos y 2 mil 343, comunidades. En total, hay 5 millones 222 mil sujetos agrarios en la República. La entidad con más núcleos en el país es Veracruz, con 3 mil 714; le siguen Chiapas, Michoacán, Oaxaca y Guanajuato.
Cualquiera pensaría que expropiar ejidos es provocar un enorme estallido social; sin embargo, en un campo tan desorganizado, empobrecido y poco rentable, prácticamente cualquier cosa puede ocurrir. @luisromero85, http://luisromero85.blogspot.mx/

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