Luis Alberto Romero
La carrera por la sucesión presidencial de 2018 hará una
escala en el presente año, cuando se registren procesos comiciales en cuatro
entidades, Veracruz entre ellas.
A estas alturas de la sucesión de Peña Nieto, cuando
falta poco más de un año para dicha jornada, todas las encuestas ubican al
máximo dirigente del Movimiento de Regeneración Nacional, Morena, Andrés Manuel
López Obrador, como el aspirante puntero, arriba de cualquier panista y, por
supuesto, superando por mucho al mejor posicionado del PRI, Miguel Ángel Osorio
Chong.<
Por Acción Nacional parece que Margarita Zavala circula
sobre un camino pavimentado rumbo a la candidatura; por otro lado, no se
observa a ningún aspirante de cualquier otro partido político que destaque en
dicho proceso. Tampoco hay en el horizonte un candidato independiente que se
encuentre suficientemente posicionado como para dar la pelea.
¿Eso convierte a López Obrador en el seguro sucesor de
Peña Nieto? Difícil saberlo en este momento; dependerá, supongo, de los errores
que pueda cometer el de Morena; así como de otros factores, como la posible
alianza entre PAN y PRD el próximo año, una posibilidad que ha denunciado de
manera pública el senador Miguel Barbosa Huerta, quien hace una semana salió
del Sol Azteca para sumarse al movimiento lopezobradorista.
Lo cierto es que la sucesión presidencial de 2018 hará
una escala en los estados de México y Veracruz, que tendrán procesos locales el
presente año.
El Estado de México, gobernado por Eruviel Ávila (PRI),
es la entidad con mayor número de habitantes en el país (más de 16 millones 187
mil personas, 13.5 por ciento del total nacional); es, también, el estado con
mayor número de pobres.
Este año, el Estado de México tendrá elecciones para
gobernador y las encuestas anticipan una cerrada contienda. Este lunes, por
ejemplo, el diario El Financiero publica los resultados de un estudio que
revela que la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota, comenzó a perder gas a
tres meses de la jornada electoral, en tanto que los abanderados de PRI y
Morena, Alfredo del Mazo y Delfina Gómez, respectivamente, subieron ligeramente
en sus números.
De acuerdo con dicha fuente, ya con los candidatos
definidos, la alianza PRI-Verde-Panal-PES tendría 28 por ciento en la intención
del voto. La abanderada panista se ubica en 26 puntos porcentuales, en tanto
que la de Morena registra 22.
Para tener una idea de lo cerrado de la contienda basta
decir que la diferencia entre primero y tercero es de sólo 6 puntos, según El
Financiero.
Otro medio de circulación nacional, El Universal, difundió hace tres semanas los
resultados de su encuesta sobre el Estado de México; de acuerdo con las cifras
de dicho medio, el priista Alfredo del Mazo tendría 19.8 puntos; Vázquez Mota,
del PAN, 19.6; y Delfina Gómez, de Morena, 17.8.
Prácticamente no hay encuesta que consigne una ventaja
determinante para cualquiera de los tres aspirantes punteros.
El problema para el PRI es que la campaña ni siquiera ha
comenzado y la candidata de Morena, sin hacer proselitismo, ya le pisa los
talones a Del Mazo. Igual ocurre con la ex candidata presidencial panista,
quien tiene amplias probabilidades de arrebatarle el gobierno estatal al
partido de Peña Nieto.
En Veracruz, mientras tanto, aunque no habrá elección
para gobernador, sí se renovarán los 212 ayuntamientos, lo cual servirá como
termómetro para medir el escenario probable en 2018.
Con más de 8 millones 100 mil personas, Veracruz es la
cuarta entidad con mayor número de habitantes, lo cual nos indica la
importancia específica del estado en el contexto nacional. Aquí vive el 6.8 por
ciento de los mexicanos. Lo malo es que Veracruz es la sexta entidad con mayor
índice de pobreza en el país (58 por ciento). Por si fuera poco, 4.6 millones
de veracruzanos enfrentan dicha condición, en tanto que 1 millón 300 mil se
ubica en la casilla de la pobreza extrema.
En Veracruz, hasta este momento, no se han difundido
encuestas confiables, dado que no hay elección para gobernador, sino únicamente
para autoridades municipales. Sin embargo, dados los recientes resultados
electorales en la entidad, se puede anticipar que la alianza PAN-PRD y el
Movimiento de Regeneración Nacional están llamados a ser los grandes
protagonistas de la contienda.
Incluso en un sector del priismo veracruzano circulan
comentarios relacionados con el inminente fracaso que se anticipa en las
elecciones del presente año.
Lo peor para los priistas veracruzanos es que el partido luce
prácticamente acéfalo en su dirigencia estatal; el presidente del CDE, Renato
Alarcón Guevara, simplemente no da señales de vida y pareciera que el tricolor en
la entidad no tiene cabeza ni rumbo, y tampoco posibilidades de competir con
éxito en las municipales del presente año.
Así las cosas, si a Javier Duarte le atribuyen
la muerte del PRI en Veracruz en el proceso de 2016, Renato Alarcón podría
convertirse en el sepulturero del partido en las elecciones locales de 2017. @luisromero85
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