Luis Alberto Romero
Los recortes presupuestales recientemente anunciados por el
gobierno federal y el ajuste al gasto que dio a conocer hace dos días el
gobernador Javier Duarte dejan ver un 2015 y, sobre todo, un 2016 muy complicado
para Veracruz.
La inestabilidad en el precio del petróleo, que se ubicó en
su nivel más bajo desde 2009, golpeará a la economía del país. Previendo un
escenario difícil, la Secretaría de Hacienda adelantó que 2016 será un año de
ajustes y presupuesto reducido para las entidades de la República.
Malas noticias para el gobierno federal y también para las
administraciones estatales, muchas de las cuales se encuentran en una
complicada situación, como es el caso de Veracruz, debido a los compromisos
financieros, la deuda pública, que ha crecido exponencialmente en la última
década; en 2009 superaba los 252 mil millones de pesos; tres años más tarde, en
2012, eran ya 434 mil millones y al cierre de 2014, el adeudo era de 509 mil
millones.
Veracruz es de los que más deben pero también es de los más
poblados; de los que presentan un alto Producto Interno Bruto y, por
consiguiente, participaciones federales más cuantiosas.
La deuda per
cápita más elevada es la registrada por Quintana Roo, 13 mil 688 pesos por
habitante; le siguen Nuevo León, con 12 mil 136 pesos; y atrás, Coahuila,
Chihuahua, Distrito Federal, Sonora y Nayarit. Veracruz ocupa el octavo lugar
en deuda pública per cápita: 5 mil 136 pesos.
Ese factor, la deuda
pública, es un lastre para el funcionamiento del aparato gubernamental y para
la construcción de obra y prestación de servicios de calidad a la población; si
a ello se le suma el tema de los inminentes recortes al presupuesto para 2016,
el resultado representará una profunda crisis y el más importante reto para el
gobierno estatal en el año de la sucesión. @luisromero85
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