Luis Alberto Romero
Ante el amague de renuncia de Agustín Basave a la dirigencia nacional
del PRD, poco después de la una de la madrugada de este martes, el Comité
Ejecutivo Nacional del Sol Azteca aprobó la alianza con Acción Nacional, en las
elecciones para gobernador y diputados locales de Veracruz.
De esa manera, termina el episodio relacionado con la suma de esas dos
fuerzas políticas y se despejan dudas sobre el tema de la candidatura; el
abanderado de la alianza PAN-PRD al gobierno de Veracruz será Miguel Ángel
Yunes Linares.
Los dirigentes perredistas le apostaron todo a esa coalición con el
blanquiazul. En Veracruz, la alianza con los panistas ya era considerada una
prioridad por la dirigencia estatal del Sol Azteca. A ello se debe que los
perredistas insistieran tanto en esa suma de fuerzas con un instituto político
que históricamente ha representado el polo opuesto en términos ideológicos.
Los malos resultados electorales recientes y la ausencia de figuras
propias prácticamente obligaron a los perredistas a establecer esta alianza,
que era el plan “A” para la dirigencia del PRD. El plan “B”, nos confían los
cercanos al órgano directivo estatal del partido, simplemente nunca existió.
La opción que representaba el empresario Paco Valencia nunca germinó y
no pasó de cierta presencia, muy menor, en algunos anuncios espectaculares.
Fuera de la participación del ex director de la CAEV, los perredistas no tenían
más cartas internas. Algunos mencionaron, durante los meses recientes, al ex
rector de la UV, Raúl Arias Lovillo, y ya en plan desesperado, hasta al ex
senador Arturo Hérviz.
Nada de eso fue necesario porque por la madrugada de este martes 12, el
CEN del partido aprobó la participación conjunta con Acción Nacional, 24 votos
a favor y uno en contra, en las elecciones estatales de Oaxaca y Veracruz,
entidades que se suman a Durango y Zacatecas, donde la alianza fue aprobada el
pasado 22 de diciembre.
Esa será, sin duda, la tabla de salvación para la dirigencia estatal de
Rogelio Franco; la suma con los panistas garantiza a los perredistas una
participación decorosa en el proceso de este año, cuando los veracruzanos
elegirán al sucesor de Javier Duarte.
Si la alianza no se hubiera concretado, todo apuntaba a un descalabro
más para el PRD, no únicamente un resultado adverso, sino la posibilidad de
quedar relegado al cuarto o quinto lugar.
En la elección inmediata anterior, la federal de 2015, el PRD apenas
logró 270 mil sufragios, 11 por ciento, para ser superado no sólo por PRI y
PAN, sino también por Morena.
En el proceso local de 2013, los perredistas obtuvieron 340 mil votos,
10.51 por ciento; no ganaron un solo distrito y alcanzaron el triunfo nada más
en 251 de las 4 mil 803 secciones electorales de la entidad. En 2010, con Dante
Delgado como candidato a gobernador y en alianza con el PT y Convergencia por
la Democracia, la cosecha no llegó al 13 por ciento, con poco más de 400 mil sufragios.
Sin coalición, el Sol Azteca esperaba
otro descalabro
A ese paso, nada aseguraba al Sol Azteca que, de ir solo en el proceso
de 2016, no terminaría en el quinto lugar. Por ello, superados ya por Morena en
Veracruz, los dirigentes estatales del PRD vieron en la alianza con los
panistas la única posibilidad de salir adelante y contender, con altas probabilidades
de éxito, por la gubernatura del estado, sabiendo de antemano que tendrán 14 de
las 30 candidaturas al Congreso Local, además de dos o tres posiciones
plurinominales de primera línea.
Por su parte, hasta la tarde de este lunes 11, los panistas prácticamente
estaban resignados a participar en el proceso de este año sin alianza con otros
partidos; fuentes del propio comité estatal apuntaban que el tema ya había
abortado. De hecho, el blanquiazul ya contaba con un plan “B”, que incluía la
postulación de candidatos propios en todos los distritos veracruzanos. No fue
necesario.
La alianza será registrada, como lo marca la ley electoral, durante la
primera semana de febrero, antes del día 7. El candidato no cambia, será Yunes
Linares, quien por la mañana de este martes felicitó a la dirigencia nacional
del PRD por la decisión de ir juntos por la gubernatura, a pesar –dijo– de los
intentos por evitarlo.
Tomás Ruiz esperará la
convocatoria
En el PRI, mientras tanto, la selección del candidato a gobernador está
a dos días de resolverse.
Por otro lado, el efecto de la llamada carta-compromiso de la unidad de
aspirantes al gobierno estatal fue precisamente el contrario al proyectado por
sus promotores.
Los excluidos de la firma de dicho documento se consideraron
agraviados. Es el caso de los diputados Adolfo Mota Hernández y Jorge Carvallo
Delfín, a quienes primero convocaron para la reunión de precandidatos con el
gobernador Javier Duarte, para después marginar del proceso interno.
Por la noche de este lunes, el titular de la Siop estatal, Tomás Ruiz
González, dijo que mientras el PRI no emita su convocatoria, las expresiones de
los aspirantes sólo quedan en buenos deseos, en expresiones mediáticas.
Señaló que esperará ese documento del partido
para decidir su participación en el proceso interno. @luisromero85
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